Productos lingüísticos que contribuyen al estudio del español paraguayo

 

  • Por Estela Mary Peralta de Aguayo
  • Docente e investigadora
  • Una situación particular en el país es que las producciones lingüísticas referentes al castellano o español hablado en el país son escasas y las investigaciones al respecto no abundan.

     #Prof. #Andrés #Vera #Gómez: REPRESENTANTE DE Orgullosos red de los #ODS internacionales y #l'OING ASEFCE International. EN: #Paraguay, #Argentina y #Haití. #fierdesodd #amerique



    El universo de este artículo no abarca los libros de texto utili­zados para la enseñanza de la lengua española, sino estu­dios que incumben a la len­gua misma.

    Juan Evangelista Aguiar, académico de número de la Academia Paraguaya de la Lengua Española, es uno de los más prolíficos de la corporación. Ha ingresado a esta en 2006 y ha sido un arduo colaborador de las actividades propias de la Academia, especialmente en los trabajos que atañen a la Real Academia de la Len­gua Española.

    Así, se ha dedicado a las revisiones del “Dicciona­rio de la lengua española” (2014), la “Nueva gramá­tica de la lengua española” (2009), la “Ortografía de la lengua española” (2010), el “Diccionario de america­nismos” (2010), la “Gramá­tica básica de la lengua espa­ñola” (2012), la “Ortografía básica de la lengua española” (2012) y el “Diccionario del estudiante” (2012).

    Por otra parte, ha partici­pado junto con otros aca­démicos y lexicógrafos en la elaboración del “Diccio­nario del castellano para­guayo” (2017), de la Acade­mia Paraguaya de la Lengua Española, primer producto de esta institución.

    A más de ello, este estudioso ha elaborado varios instru­mentos lingüísticos de su propia autoría. Nos referi­remos a cuatro de ellos, los más profusos, y que a nues­tro entender son dignos de ser conocidos por docentes de lengua, así como los gene­ralistas y quienes indaguen sobre la realidad lingüística del país.

    OBRA INICIAL

    Una obra inicial ha sido “Las dudas del hispanohablante paraguayo” (2004-2005), en la que el autor presenta las cuestiones más comunes a las que se enfrenta un hablante del español o cas­tellano paraguayo. Expone cuestiones gramaticales relacionadas con los voca­blos, género y número, plu­ralización de sustantivos; cuestiones ortográficas: uso de los signos de puntuación, acentuación de palabras, escritura de pala­bras , uso de extran­jerismos; significado de unidades léxicas simples, locuciones, elementos compositivos; aspectos sobre la toponimia paraguaya, los guaranismos en el “Diccionario de la Real Academia Española”, entre otros temas.

    En 2008, presentó su “Dic­cionario de castellano usual del Paraguay”, un producto lexicográfico de carác­ter diferencial, es decir, que pre­senta el léxico particular del contexto paraguayo. Si bien ya se habían elabo­rado algunos breves reper­torios de estas caracte­rísticas previa­mente , es el pri­mero que emplea la palabra diccionario en su deno­minación. La nomen­clatura se compone por voces de uso restricto al terri­torio paraguayo, así como aquellas que se comparten con otros países americanos, pero que difie­ren del español de España, que ha sido la variedad de contraste.

    El autor –a través de la revi­sión minuciosa del “Diccio­nario de la Real Academia Española”, en ese momento la XXI edición– asigna en cada palabra estudiada si está o no presente en el DRAE o si falta la marca de Paraguay e indica esta caren­cia. La fuente de obtención de las palabras del diccionario fueron obras literarias e his­tóricas, diccionarios de dife­rentes países, artículos de la prensa nacional. De estos, ha tomado fragmentos que ejemplifican y documentan los usos descritos.

    El diccionario acopia voces que aún no se habían plas­mado en las obras que le preceden, como aceitada (soborno), antimotines (fuerza policial), argelería (calidad de argel), bicicletear (especular pagos); en fin, un alto número de paraguayis­mos tan presentes en el habla habitual de la nación.

    SENCILLEZ EXPOSITIVA

    En 2018, lanzó el libro deno­minado “Repuestas fundamentadas a 850 preguntas sobre cuestiones lingüísti­cas”, una obra de casi 470 páginas en la que presenta con sencillez expositiva temas concernientes a la morfosintaxis, lexicografía y lexicología, ortografía, los latinismos y a algunas curio­sidades lingüísticas.

    Las 850 interrogantes se contestan con argumentos tomados de los últimos pro­ductos lingüísticos, gramá­tica, ortografía y los nume­rosos diccionarios de la Real Academia Española y la Aso­ciación de Academias de la Lengua Española. Igual­mente, ha echado mano a obras de autores reconocidos en el ámbito hispánico como Leonardo Gómez Torrego, Manuel Seco, Ignacio Bos­que, Violeta Demonte y Alex Grijelmo, por citar algunos. También ha consultado tex­tos de la prensa local, así como sitios de internet en los que se advierten los usos lingüísticos alejados de las normativas.

    Su nuevo aporte se ha dado a conocer en 2021, el “Glosa­rio de gentilicios paraguayos. Con breves referencias a cada uno de los 263 distritos o municipios del país”. El autor ha sido uno de los primeros estudiosos que ha registrado los gentilicios en sus produc­ciones. Este trabajo es fruto de una exhaustiva investiga­ción en que espulga los adje­tivos relacionales, es decir, las unidades léxicas forma­das mediante la derivación, específicamente por medio de la sufijación.

    Los gentilicios paragua­yos, según el autor, tienden mayormente a formarse por medio del sufijo -ense: ove­tense (de Coronel Oviedo), boqueronense (de Boque­rón).

    También se estructuran por medio del sufijo -eño, ña como limpeño/limpeña (de Limpio): también son frecuentes los formados por el sufijo -ano, na, igna­ciano/ignaciana (de San Ignacio); el sufijo -eno, na; encarnaceno/encarnacena (de Encarnación). Los sufijos menos productivos son -ino, na, pedrojuanino/pedrojua­nina (de Pedro Juan Caba­llero) y el sufijo -ero, ra, con­cepcionero/concepcionera (de Concepción).

    El glosario presenta infor­maciones referidas a los distritos nacionales. La nomenclatura se compone por el gentilicio y su defini­ción seguidos de una glosa ilustrativa del uso de la voz estudiada.

    DOS LÍNEAS

    Podemos aseverar, a juzgar por su labor productiva, que este académico sigue dos líneas.

    La primera se ajusta a la elaboración de instru­mentos lingüísticos ten­dientes a la intervención lingüística, las obras que zanjan dudas y encami­nan el uso lingüístico del hablante hacia la norma académica. La otra se per­fila en la línea descriptiva que expone las particulari­dades de una realidad par­ticular, en este caso el cas­tellano paraguayo.

    Consideramos que la con­tribución es sustantiva por los datos que presenta, los ejemplos de uso tomados de contextos reales, porque los libros que intentan resolver dudas se cimientan en el des­piste, equivocación o el error que comete una persona al hablar. Allí está el hilo del que hay que tirar, puesto que estos patentizan otros aspec­tos que pueden estudiarse, errores frecuentes, conteni­dos no abordados en los pro­gramas educativos, compleji­dades de la propia lengua, el bilingüismo, por listar algu­nos temas.

    Por otra parte, el dicciona­rio, un elemento lingüístico olvidado en las aulas, contri­buye ampliamente en el pro­ceso de enseñanza-aprendi­zaje. Uno de corte dialectal, si bien es acotado, posibilita la creación de una concien­cia lingüística, a valorar la variedad del país, a estar al tanto de que una palabra, aunque no esté colectada en un diccionario general, existe y posee significado para los hablantes. Los gentilicios locales son tan necesarios para referirnos a personas, productos y cuali­dades de los pueblos, ciuda­des y departamentos.

    Cabe destacar que las obras merecen leerse, exami­narse y analizarse. Podrían ser fuentes de consulta de programas académicos de universidades. Así, el lec­tor, luego de leerlas, podrá opinar al respecto e iniciar trabajos investigativos. En casi tres mil páginas, don Aguiar ha puesto empeño en hacer notar los usos de esta lengua, ya sean los que se alejan de la norma o los propios que adquieren sen­tido en la idiosincrasia de un pueblo de matiz lingüístico muy peculiar.

    BIBLIOGRAFÍA

    Aguiar, J. E. (2005). Las dudas del hispanoha­blante paraguayo. Crite­rio ediciones.

    _(2008). Diccionario de castellano usual del Para­guay. A. G. R. Servicios Gráficos.

    _(2018). Repuestas fun­damentadas a 850 pre­guntas sobre cuestiones lingüísticas. A. G. R. Ser­vicios Gráficos.

    _(2021). Glosario de ge

    n­tilicios paraguayos. Con breves referencias a cada uno de los 263 distritos o municipios del país. Ser­vilibro.


    Comentarios